
Los trastornos del sueño son aquéllos que afectan a la capacidad para dormirse y/o para mantenerse dormido, y provocan que se duerma demasiado o se produzcan conductas anormales asociadas al sueño. Son comunes en niños y pueden ser temporales, intermitentes o crónicos.
Se han realizado diferentes estudios que confirman que la mayoría de los adolescentes afirman levantarse cansados, han tenido dificultades para quedarse dormidos, se han despertado por la noche o se han levantado o hablado dormidos.-La mayoría de los adolescentes presentaron trastornos del sueño.
-Los trastornos más hallados fueron el sueño no reparador y el despertar varias veces por la noche.
-Los trastornos del sueño fueron más frecuentes en el sexo masculino (aunque en otro estudios se demuestra lo contrario)
En la pubertad, una serie de estudios han demostrado que es necesario dormir alrededor de nueve horas para satisfacer las necesidades del organismo, pero la mitad de ellos duerme el 20% menos. Este déficit puede perjudicar su rendimiento académico y su desarrollo, además de originar problemas de hiperactividad e impulsividad, cambios en el estado de ánimo y mayor riesgo de accidentes de tráfico. Además, cada individuo tiene una predisposición genética para levantarse muy temprano o acostarse muy tarde, que en la adolescencia se ve acentuada.
Ambos comportamientos se acentúan cuando el adolescente debe acudir a clases. La cantidad de horas de sueño se ve disminuida de forma importante, al tiempo que diariamente, el joven deberá despertarse muy temprano en la mañana.
Durante la adolescencia, el ritmo circadiano del cuerpo (una especie de reloj biológico interno) se modifica y hace que el adolescente se duerma más tarde por la noche y se levante más tarde por la mañana. Este cambio en el ritmo circadiano parece ser ocasionado por el hecho de que, en comparación con los niños y los adultos, los adolescentes producen melatonina, una hormona del cerebro, más tarde en la noche y esto hace que les resulte más difícil conciliar el sueño. En algunos casos, este retraso en el ciclo de sueño y vigilia es tan marcado que afecta el funcionamiento diario de quien lo padece. La segregación de melatonina es la encargada de indicar al cuerpo que necesita dormir. Durante la pubertad, esa hormona se segrega cada vez más tarde, al tiempo que la luz artificial (por ejemplo, la que irradia un monitor de computadora) tiende a disminuir la cantidad de melatonina segregada, impidiendo al adolescente darse cuenta de que necesita dormir.
La disminución de la cantidad de horas dormidas acentúa la falta de energía, la irritabilidad, la tristeza y las actitudes negativas hacia sí mismos y hacia el entorno que los rodea.
LOS TRASTORNOS MÁS COMUNES SON:
Trastorno del movimiento periódico de las extremidades y Síndrome de piernas inquietas: Las personas con estos trastornos ven su sueño interrumpido debido a los movimientos de las piernas (o, con menor frecuencia, los brazos), lo cual hace que estén cansadas e irritables por la falta de sueño. En el caso del Movimiento periódico de las extremidades, los movimientos son sacudones o espasmos involuntarios, es decir que la persona no tiene control consciente de estos movimientos y, en general, no se da cuenta de que ocurren.
Los médicos pueden tratar estos trastornos. En algunos casos, se deben a una deficiencia de hierro que se corrige con suplementos, pero algunas personas necesitan otro tipo de medicamentos.
Apnea obstructiva del sueño: Este trastorno del sueño hace que la persona deje de respirar temporalmente durante el sueño. Una causa frecuente de la apnea obstructiva del sueño es el agrandamiento de las amígdalas o adenoides (tejidos localizados en los conductos que unen la nariz con la garganta). El sobrepeso o la obesidad también pueden provocar apnea obstructiva del sueño.
Las personas que presentan síntomas de apnea obstructiva del sueño, como roncar fuertemente o tener sueño excesivo durante el día, deben ser evaluadas por un médico.

Reflujo gastroesofágico: Algunas personas sufren de una afección llamada reflujo gastroesofágico que hace que los ácidos del estómago pasen hacia el esófago. Este proceso provoca una sensación incómoda y de ardor conocida como “acidez”. Los síntomas de este trastorno suelen empeorar cuando la persona esta acostada. Incluso si quien padece esta afección no es consciente de la sensación de ardor porque está durmiendo, las molestias que ocasiona este padecimiento pueden interferir con el ciclo del sueño.Pesadillas: La mayoría de los adolescentes sufren de pesadillas de vez en cuando, pero si las pesadillas son frecuentes pueden interrumpir el sueño y despertar a la persona durante la noche. Existen factores que pueden provocar una mayor frecuencia de las pesadillas, como algunos medicamentos, las drogas y el alcohol. Las causas más comunes de una mayor frecuencia de pesadillas son de carácter emocional, como el estrés o la ansiedad.
Narcolepsia: Las personas que padecen narcolepsia suelen estar adormecidas durante el día y tienen "ataques" de sueño. Los ataques son repentinos y las personas se quedan dormidas, pierden el control de los músculos o ven imágenes muy reales similares a los sueños a la vez que cabecean. El sueño nocturno puede verse interrumpido y las personas se despiertan varias veces a lo largo de toda la noche. No es frecuente en adolescentes, pero pude detectarse entre los 15 y los 20 años.
Sonambulismo: No es tampoco frecuente que los adolescentes sean sonámbulos, la mayoría de estos casos se dan en los niños. El sonambulismo puede ser hereditario y suele ocurrir con más frecuencia cuando la persona está enferma, tiene fiebre, no duerme lo suficiente o sufre de estrés. Lo más conveniente es ayudar al sonámbulo a regresar a su cama con cuidado, ayudándole a superar obstáculos.
Parálisis del sueño: La parálisis del sueño es un síntoma típico de la tétrada narcoléptica, aunque de forma aislada puede observarse en sujetos normales (se han descrito casos familia- res) 'Su mayor prevalencia se da en la adolescencia. Suele aparecer en situaciones de fatiga o de privación de sueño, pero también puede ser inducida por un tratamiento con ciertos hipnóticos.La parálisis del sueño se produce cuando la atonía muscular propia del sueño REM persiste en vigilia y el sujeto la percibe como una parálisis corporal. Puede acompañarse de alucinaciones hipnagógicas, caso en que el sujeto experimenta terror y angustia aunque, felizmente, la duración del episodio es breve.
Ambos comportamientos se acentúan cuando el adolescente debe acudir a clases. La cantidad de horas de sueño se ve disminuida de forma importante, al tiempo que diariamente, el joven deberá despertarse muy temprano en la mañana.
Durante la adolescencia, el ritmo circadiano del cuerpo (una especie de reloj biológico interno) se modifica y hace que el adolescente se duerma más tarde por la noche y se levante más tarde por la mañana. Este cambio en el ritmo circadiano parece ser ocasionado por el hecho de que, en comparación con los niños y los adultos, los adolescentes producen melatonina, una hormona del cerebro, más tarde en la noche y esto hace que les resulte más difícil conciliar el sueño. En algunos casos, este retraso en el ciclo de sueño y vigilia es tan marcado que afecta el funcionamiento diario de quien lo padece. La segregación de melatonina es la encargada de indicar al cuerpo que necesita dormir. Durante la pubertad, esa hormona se segrega cada vez más tarde, al tiempo que la luz artificial (por ejemplo, la que irradia un monitor de computadora) tiende a disminuir la cantidad de melatonina segregada, impidiendo al adolescente darse cuenta de que necesita dormir.
La disminución de la cantidad de horas dormidas acentúa la falta de energía, la irritabilidad, la tristeza y las actitudes negativas hacia sí mismos y hacia el entorno que los rodea.
LOS TRASTORNOS MÁS COMUNES SON:
Trastorno del movimiento periódico de las extremidades y Síndrome de piernas inquietas: Las personas con estos trastornos ven su sueño interrumpido debido a los movimientos de las piernas (o, con menor frecuencia, los brazos), lo cual hace que estén cansadas e irritables por la falta de sueño. En el caso del Movimiento periódico de las extremidades, los movimientos son sacudones o espasmos involuntarios, es decir que la persona no tiene control consciente de estos movimientos y, en general, no se da cuenta de que ocurren.
Los médicos pueden tratar estos trastornos. En algunos casos, se deben a una deficiencia de hierro que se corrige con suplementos, pero algunas personas necesitan otro tipo de medicamentos.
Apnea obstructiva del sueño: Este trastorno del sueño hace que la persona deje de respirar temporalmente durante el sueño. Una causa frecuente de la apnea obstructiva del sueño es el agrandamiento de las amígdalas o adenoides (tejidos localizados en los conductos que unen la nariz con la garganta). El sobrepeso o la obesidad también pueden provocar apnea obstructiva del sueño.
Las personas que presentan síntomas de apnea obstructiva del sueño, como roncar fuertemente o tener sueño excesivo durante el día, deben ser evaluadas por un médico.

Reflujo gastroesofágico: Algunas personas sufren de una afección llamada reflujo gastroesofágico que hace que los ácidos del estómago pasen hacia el esófago. Este proceso provoca una sensación incómoda y de ardor conocida como “acidez”. Los síntomas de este trastorno suelen empeorar cuando la persona esta acostada. Incluso si quien padece esta afección no es consciente de la sensación de ardor porque está durmiendo, las molestias que ocasiona este padecimiento pueden interferir con el ciclo del sueño.Pesadillas: La mayoría de los adolescentes sufren de pesadillas de vez en cuando, pero si las pesadillas son frecuentes pueden interrumpir el sueño y despertar a la persona durante la noche. Existen factores que pueden provocar una mayor frecuencia de las pesadillas, como algunos medicamentos, las drogas y el alcohol. Las causas más comunes de una mayor frecuencia de pesadillas son de carácter emocional, como el estrés o la ansiedad.
Narcolepsia: Las personas que padecen narcolepsia suelen estar adormecidas durante el día y tienen "ataques" de sueño. Los ataques son repentinos y las personas se quedan dormidas, pierden el control de los músculos o ven imágenes muy reales similares a los sueños a la vez que cabecean. El sueño nocturno puede verse interrumpido y las personas se despiertan varias veces a lo largo de toda la noche. No es frecuente en adolescentes, pero pude detectarse entre los 15 y los 20 años.
Sonambulismo: No es tampoco frecuente que los adolescentes sean sonámbulos, la mayoría de estos casos se dan en los niños. El sonambulismo puede ser hereditario y suele ocurrir con más frecuencia cuando la persona está enferma, tiene fiebre, no duerme lo suficiente o sufre de estrés. Lo más conveniente es ayudar al sonámbulo a regresar a su cama con cuidado, ayudándole a superar obstáculos.
Parálisis del sueño: La parálisis del sueño es un síntoma típico de la tétrada narcoléptica, aunque de forma aislada puede observarse en sujetos normales (se han descrito casos familia- res) 'Su mayor prevalencia se da en la adolescencia. Suele aparecer en situaciones de fatiga o de privación de sueño, pero también puede ser inducida por un tratamiento con ciertos hipnóticos.La parálisis del sueño se produce cuando la atonía muscular propia del sueño REM persiste en vigilia y el sujeto la percibe como una parálisis corporal. Puede acompañarse de alucinaciones hipnagógicas, caso en que el sujeto experimenta terror y angustia aunque, felizmente, la duración del episodio es breve.
En el registro polisomnográfico se observa ausencia de tono muscular en presencia de un patrón EEG de vigilia.
DE UNA MANERA MÁS GENERALIZADA, NO DORMIR LO SUFICIENTE O TENER PROBLEMAS CON EL SUEÑO PUEDE:
• Limitar tu capacidad de aprendizaje, escucha, concentración y tu capacidad para resolver problemas. Puedes incluso olvidar información importante como nombres, números, tareas o una cita con alguien especial.
• Hacerte más propenso a los granos. La falta de sueño contribuye en la aparición de acné y otros problemas dermatológicos.
• Favorece conductas agresivas e inapropiadas como enfrentamientos con tus compañeros y tensiones con tus profesores y familiares.
• Llevarte a comer demasiado o comer de manera poco saludable, exceso de dulces y comida basura que contribuyen al aumento de peso.
• Potenciar los efectos del alcohol e incrementar el consumo de cafeína y/o tabaco.
• Contribuir con el desarrollo de enfermedades. Afectar en el uso de maquinaria y en la conducción.Con la adolescencia cambian los ritmos de sueño, el reloj interno puede ocasionar el hecho de dormirse y despertarse más tarde, esto es algo natural que no podemos evitar pero podemos adquirir hábitos saludables y prevenir la falta de sueño. Para poder adquirir esos hábitos saludables es aconsejable:
• Revisar los horarios de sueño y mantener un ritmo diario. Decidir qué necesitas para cambiar y conseguir un descanso suficiente que te permita mantenerte sano, feliz y con buen aspecto.
• La siesta puede ayudar a mantenerte activo y mejorar el rendimiento pero sí se planifica bien. Siestas muy prolongadas o muy cercanas a la hora de acostarse pueden interferir con el ritmo de sueño regular.
• Convertir la habitación en un sitio adecuado para descansar, mantenerla fresca, ventilada, tranquila y a oscuras, sí es preciso bajar las persianas y echar las cortinas.
• Ninguna pastilla, vitamina o bebida puede reemplazar a un buen sueño. Evitar tomar café, té, bebidas de cola y chocolate justo antes de dormir. La nicotina y el alcohol también interfieren en el sueño.
• Marcar una hora para acostarte y una hora para levantarte y ajústate a ellas, el fin de semana procura que no haya grandes cambios.
• No comer ni beber ni realizar ejercicio inmediatamente antes de acostarte, no dejar los deberes para el último momento. Evitar ver la televisión, el ordenador y el teléfono justo antes de dormir. Intentar realizar actividades tranquilas que faciliten el sueño.
• Procurar tomar un baño o una ducha (esto te ahorrará tiempo por la mañana) o leer un libro, justo antes de ir a dormir, dando señales al cuerpo de que es hora de ir a descansar.
DE UNA MANERA MÁS GENERALIZADA, NO DORMIR LO SUFICIENTE O TENER PROBLEMAS CON EL SUEÑO PUEDE:
• Limitar tu capacidad de aprendizaje, escucha, concentración y tu capacidad para resolver problemas. Puedes incluso olvidar información importante como nombres, números, tareas o una cita con alguien especial.
• Hacerte más propenso a los granos. La falta de sueño contribuye en la aparición de acné y otros problemas dermatológicos.
• Favorece conductas agresivas e inapropiadas como enfrentamientos con tus compañeros y tensiones con tus profesores y familiares.
• Llevarte a comer demasiado o comer de manera poco saludable, exceso de dulces y comida basura que contribuyen al aumento de peso.
• Potenciar los efectos del alcohol e incrementar el consumo de cafeína y/o tabaco.
• Contribuir con el desarrollo de enfermedades. Afectar en el uso de maquinaria y en la conducción.Con la adolescencia cambian los ritmos de sueño, el reloj interno puede ocasionar el hecho de dormirse y despertarse más tarde, esto es algo natural que no podemos evitar pero podemos adquirir hábitos saludables y prevenir la falta de sueño. Para poder adquirir esos hábitos saludables es aconsejable:
• Revisar los horarios de sueño y mantener un ritmo diario. Decidir qué necesitas para cambiar y conseguir un descanso suficiente que te permita mantenerte sano, feliz y con buen aspecto.
• La siesta puede ayudar a mantenerte activo y mejorar el rendimiento pero sí se planifica bien. Siestas muy prolongadas o muy cercanas a la hora de acostarse pueden interferir con el ritmo de sueño regular.
• Convertir la habitación en un sitio adecuado para descansar, mantenerla fresca, ventilada, tranquila y a oscuras, sí es preciso bajar las persianas y echar las cortinas.
• Ninguna pastilla, vitamina o bebida puede reemplazar a un buen sueño. Evitar tomar café, té, bebidas de cola y chocolate justo antes de dormir. La nicotina y el alcohol también interfieren en el sueño.
• Marcar una hora para acostarte y una hora para levantarte y ajústate a ellas, el fin de semana procura que no haya grandes cambios.
• No comer ni beber ni realizar ejercicio inmediatamente antes de acostarte, no dejar los deberes para el último momento. Evitar ver la televisión, el ordenador y el teléfono justo antes de dormir. Intentar realizar actividades tranquilas que faciliten el sueño.
• Procurar tomar un baño o una ducha (esto te ahorrará tiempo por la mañana) o leer un libro, justo antes de ir a dormir, dando señales al cuerpo de que es hora de ir a descansar.
Xime,
ResponderEliminarBien por el tema, Creo que tambien los cambios sociales han echo que ahora se vea mas frecuente este problema, hasta hace algunos años, los niños adolescentes, los juegos o recreación eran mas al aire libre y eso significaba mayor desgaste físico, al terminar el día, estabas agotadisimo, y así no quisieras el sueño te vencía, las nuevas tecnologías y formas de comunicarnos han echo que todo esto cambie, te dejo algunos links interesantes:
http://huhs.harvard.edu/HealthInformationAndResources/HealthInformationByTopic/SleepDisturbances/SleepDisturbances.aspx
http://psycnet.apa.org/index.cfm?fa=browsePA.volumes&jcode=drm
http://www.journals.elsevier.com/sleep-medicine-reviews/
Tio graciaaaas, ahorita los veo
ResponderEliminarchevere =)muybueno
ResponderEliminarOPD lo que necesitaba para dormirrrrr
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